De pronto me di cuenta que había zonas que no me permitían abrir o relajar, no podía tener el acceso. Me daba la impresión de como si se protegiera de algo. Y estas zonas solían situarse en la línea central del tronco, y coincidían con la localización de los centros energéticos, -chakras mayores-. 

 

Se abrió ante mí la nueva posibilidad de trabajar a través de la energía. Gracias a la ayuda de los profesores, tutores y profesionales que trabajan en el mundo sutil, comprendí que nuestras creencias y emociones influyen en el cuerpo físico, y es la causa original de los malestares. Y supe, que las energías son palpables, se puede tocar con las manos igual que las tensiones musculares.   

 

Hoy ofrezco mi servicio combinando el cuidado físico y energético, porque ambos son importantes para la vida. 

 

Con gratitud de estar aquí, Yumi Hosaka.